domingo, 26 de mayo de 2013

Juventud y ciencia

Recurso didáctico de Estudiantes de Pedagogía del grupo 2020

La problemática que me interesa estudiar es el plagio en trabajos escolares y su repercusión en la formación de estudiantes universitarios, específicamente en un grupo pequeño. Realizaré una investigación mediante el método de análisis; los componentes que estudiaré son los mismos estudiantes y mediante entrevistas, observar cuál es el comportamiento que los lleva a realizar esta actividad. De tal manera que los resultados impacten para mejorar mi quehacer docente.
Tristemente observo que algunos jóvenes descargan ensayos y tareas escolares de sitios web que no son avalados por una comunidad científica, lo cual no les deja ningún aprendizaje positivo. Quizá una mala organización de su tiempo no les permitió hacerlo, o quizá no tienen idea de cómo hacerlo. El plagio es para ellos algo cotidiano, algo que se ha convertido en parte de su quehacer como estudiantes sin comprender la magnitud y repercusión de esta acción.
Tal vez el “Complejo de Dios” se apoderó de ellos y se consideren todopoderosos, que todo lo que está a su alrededor sucumbe ante sus deseos, en este caso son compañeros, profesores y autoridades educativas. Pero puede que su “poder” llegue más lejos, a su entorno familiar, a su comunidad; con resultados negativos, que en cierto momento les pueden acarrear problemáticas desde sanciones hasta cierto rechazo que impacte en la formación de su identidad.
Este fenómeno tiene su origen en un caos en el apropiamiento de la información. Un caos es “cuando cambios pequeños generan grandes efectos” (Gershenson, 2013). El acceso a la información mediado por las nuevas tecnologías e Internet ha generado un cambio en el proceso de aprendizaje del joven, que se inserta al lado del libro, del salón de clases y del mismo profesor; sin embargo el efecto que produce es mayor ya que anula el propósito del aprendizaje. Si bien el joven desarrolla habilidades técnicas, deja de lado el desarrollo de habilidades del pensamiento como el análisis, la observación, la síntesis que lo conduzcan a la creación de su propio conocimiento.
Desde una perspectiva epistemológica, la generación del conocimiento tiene una relación muy cercana con el lenguaje, el cual se ha utilizado desde el contexto cultural del individuo. Pero, si el estudiante deja de utilizar el lenguaje de manera escrita; leer, interpretar, buscar las ideas y palabras adecuadas para realizar el trabajo escolar ¿estará limitando su desarrollo cognitivo?
El lenguaje ha sido determinante para el desarrollo de las diferentes culturas del mundo. Mediante la evolución de las mismas, se han incrementado los conceptos, enriquecido la lengua; consecuentemente hay mayor incremento en las ideas. Un ejemplo es: tantos conceptos que se utilizan para la informática, la medicina que utilizamos hoy en día. Sin embargo, algunos de nuestros estudiantes leen menos y escriben menos, por lo que limitan su acceso a su cultura. ¿Cabe la posibilidad de un cambio evolutivo o quizá sus habilidades no se desarrollen cómo se requiere para sobrevivir en la era de la información?
Nuestros estudiantes no pueden ser Newton o Kepler para hacer ciencia, pero si pueden observar los fenómenos naturales y sociales a su alrededor y dar una interpretación propia a la ciencia, pero con la convicción que para ellos pensar, planear, crear y verificar sea un placer científico cuyos beneficios sean propios y de su entorno.

Conocer la ciencia les permitirá mejorar su condición humana, en este caso, contribuir a su formación de estudiante como un joven feliz, pleno y comprometido con su momento histórico que como parte de un sistema social que construye y que también es construido por él.

Referencia
Gershenson, C,  (2013), “¿Cómo hablar de complejidad?”, e n Lengua Docieta i Comunicacio. Núm 11,  Universidad Nacional Autónoma de México


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