Curso - Taller Búsqueda asertiva de información
Participa y conocerás diferentes sitios respaldados por instituciones de prestigio donde podrá realizar búsquedas inteligentes de información.
En la siguiente presentación puedes ver de qué se trata, cuáles son las actividades que vas a realizar y cómo se va a evaluar este curso taller.
http://prezi.com/wmk7ogisgcra/practica-4-marcela-lourdes-ibanez-mancera/#
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lunes, 30 de septiembre de 2013
miércoles, 3 de julio de 2013
La responsabilidad, un valor inminente
La responsabilidad es un valor, es una
aptitud, es parte de la conducta de un individuo con buena educación; pero
también es la oportunidad que tenemos para ser mejores.
Ser responsable nos permite realizar
acciones y nuestros deberes en tiempo y forma, consecuentemente obtenemos
buenos resultados. Ya sea en nuestros estudios, en nuestro trabajo y hasta en
relaciones con los demás.
Cuando un individuo es responsable
obtiene una carta de confianza que le otorgan quienes conviven a su alrededor, abriéndole
la puertas para lograr el éxito.
domingo, 23 de junio de 2013
Verdad, ciencia y conocimiento en el quehacer del estudiante
Introducción
En este
trabajo de investigación se espera reflexionar sobre la problemática que lleva
a algunos estudiantes universitarios a cometer plagio en sus trabajos
escolares, lo cual influye negativamente en su formación como futuros
profesionales y constructores de nuestra sociedad.
De igual
manera se espera conocer la relación que pudiera existir entre la aplicación de
la ciencia, el uso del método científico en actividades de estudiantes de
ciencias sociales, su importancia y su trascendencia.
Por último se
hace una reflexión sobre la posibilidad de que el acto de plagiar sea resultado
de una transmisión raquítica o equivocada de la responsabilidad en el quehacer académico.
¿Cómo saber
si el plagio es un hábito arraigado o un hecho aislado? ¿Cómo saber la
trascendencia social que tendrá?
Ciencia, verdad y conocimiento
La
escuela es uno de los lugares donde se adquiere un gran número de
conocimientos, donde se forma al individuo para su vida tanto profesional como
personal. Para adquirir conocimientos es indispensable estimular el intelecto,
motivar al sujeto hacia una actitud de búsqueda de la ciencia que le dé el
poder de la sabiduría, que lo aleje de la ignorancia y sus consecuencias; y que
contribuya a su felicidad y a la de su entorno social.
Sin
embargo, el estudiante tiene un concepto vago de lo que es la ciencia y de cómo
hacerla. En su reciente acceso al mundo académico, sólo ha realizado trabajos
escolares sencillos y con poca trascendencia, surgidos de la lectura, algunas
veces superficial, sin tiempo para el análisis, la reflexión y su justificación,
la cual se realiza por medio de la observación de algún experimento o la
experiencia misma.
Para
estar en contacto con la ciencia, el estudiante necesita desarrollar
capacidades intelectuales, como un pensamiento basado en la razón, aptitudes
para la comunicación asertiva, trabajo duro, esfuerzo sostenido; así como la
capacidad para construir a partir de experiencia pasadas. Éste último elemento
puede ser sustituido por el análisis racional de modelos; ya que nuestra
inteligencia es la fuente de la verdad que precede a la experiencia y que es
capaz de comprender los fenómenos estudiados.
En
sus primeros pasos hacia la ciencia, el estudiante carece de las habilidades
necesarias para su apropiación, tales como la humildad para aceptar que su
conocimiento no es absoluto; la constancia y la empatía para trabajar con sus
pares. Poco a poco tiene que desarrollarlas; de vincularlas con otras áreas de
su vida, de observar sus beneficios; y así encontrar el compromiso y la necesidad
de un trabajo constante, cuyos hallazgos le sean gratificantes.
La
ciencia se ha construido a lo largo de la historia de la humanidad, quizá no ha
florecido de manera constante, ya que ha tenido periodos de menores
descubrimientos, pero ha evolucionado a partir de un trabajo permeado por la
verdad. Constancia, compromiso y una visión abierta a nuevos descubrimientos
constituyen el quehacer científico.
“El
progreso de la humanidad en una dimensión de la realidad requiere extender las
capacidades de nuestros órganos que nos conectan con el mundo a través de los
sentidos. Nuevos instrumentos
científicos nos abrieron nuevas fronteras del conocimiento. El telescopio nos
abrió el mundo de las estrellas, el microscopio, el de las amebas y bacterias,
etc.” (Jaffe, K,)
Para
descubrir los métodos y características que dan origen a la ciencia y poder
hacer uso de ella, el estudiante requiere seguir ese camino de la verdad. Un camino
nada fácil, arduo y en ciertos momentos, improductivo; pero camino al fin que
lo equipare a tantos hombres de ciencia que han formado a la humanidad.
Pero, ¿Qué es la verdad para nuestros
estudiantes?
Inmersos
en un mundo con medios de información y comunicación, cuyo acceso es casi
ilimitado. Con un mar de datos que se multiplican continuamente, datos cuya
procedencia, muchas veces es desconocida, pero que la inmediatez se los pone a
la mano. El aprendiz de investigador asume que la información que le llega es
legítima, que tiene un valor académico y que le va a permitir realizar su tarea
escolar adecuadamente, cumplir con sus deberes e ir formándose como un
profesional.
Algunas
veces, los estudiantes han recurrido al plagio, a tomar como suyos trabajos de
investigación que ni siquiera tienen idea si son coherentes con sus deberes o
son burdas imitaciones. Quizá en un primer momento es un hecho aislado, pero
que a medida que se hace costumbre se va convirtiendo en un hábito que cómo una
enfermedad se irá apoderando de su hacer como estudiante, que posteriormente
será muy difícil desarraigar; que además
repercutirá en su formación como profesional y como ser humano.
No
hay atajos para llegar al futuro, tenemos que pasar por todos los pasos del
sistema antes de que podamos decir a donde llegará (Gersghenson, C.). Como una
semilla que se siembra, que germina y que poco a poco se va formando como lo
que es (una manzana, una lechuga o un encino), así el conocimiento tiene un
proceso de construcción y de apropiación, para aprender hay que seguir un
proceso con el ritmo y el compromiso correspondiente.
Heredamos
de nuestros ancestros un cúmulo de conocimientos; cualquier verdad que busquemos
dependerá de la sociedad y la cultura en que nos desarrollamos (Gersghenson, C.).
Pero cada cultura posee una verdad que ha nacido de sus necesidades sociales,
de sus raíces, así como de su historia. Sin embargo esta verdad es única y les
ha servido para sobrevivir, para construirse y para trascender.
Como
(posibles) miembros de una comunidad académica, nuestros estudiantes necesitan
aprender códigos de ética, principios morales, así como el concepto de verdad
que le es propio a esa comunidad. Regirse bajo estos principios y la
interacción que se realice, le permitirá el acceso a la generación de nuevo
conocimiento.
Es
una tarea ardua, difícil, pero cuyo producto hará que sea parte de la evolución
del ser humano.
¿Cómo construir el
conocimiento desde el quehacer escolar?
“Lo
que está incluido en el proceso neural que transforma los estímulos en
sensaciones tiene las características siguientes: ha sido transmitido por medio
de la educación; tentativamente, ha resultado más efectivo que sus competidores
históricos en el medio actual de un grupo; y, finalmente, está sujeto a cambio,
tanto por medio de una nueva educación como por medio del descubrimiento de
incompatibilidad con el medio.” (Kuhm, T.)
Cada
cultura en cada época, se ha construido a través de la educación. Las
generaciones jóvenes se educan de acuerdo a las necesidades de la sociedad, ya
sea de sobrevivencia alimentaria o de supervivencia natural del entorno donde
se encuentran. La sociedad en cuestión determina el ideal de hombre que
requiere, considerando también el nivel social y la función que va a desempeñar
en esa sociedad, ya sea trabajador, guerrero, científico o gobernante.
Al
paso del tiempo, el ser humano ha sufrido una evolución en su manera de pensar,
de actuar y en la forma de tomar decisiones; la manera en que se educa hoy es
diferente a la forma en que educaron sus padres, sus abuelos y demás generaciones
que le antecedieron. Es por eso que el conocimiento y la forma en que lo
adquiere también ha evolucionada.
Los
medios de comunicación y el acceso a la información, su accesibilidad y la
inmediatez son parte de ese cambio; han dado al individuo un rango de libertad
para tomar decisiones, que en cierta medida influyen en la forma que adquiere
los conocimientos. Sin embargo, el individuo, muchas veces no está preparado
para tomar la decisión adecuada. La educación que ha recibido no corresponde a
los medios que usa hoy en día.
Si
bien, los medios de comunicación e información han facilitado al individuo el acceso al conocimiento, por otro lado también
le exigen un mayor esfuerzo en la selección de esa información, cuál será el uso
que le dará y por supuesto la repercusión que tendrá en su aprendizaje, y, una
vez asumido la repercusión que tendrá en su entorno social. Sin embargo,
algunos estudiantes no han desarrollado esas habilidades. Esta limitante surge
del escaso aprendizaje sobre la ciencia y su utilidad en la vida cotidiana.
Sabemos
que la ciencia está basada en la lógica, el pensamiento racional, la
construcción de modelos, tecnología, inteligencia, trabajo duro, sinergia de
grupo, esfuerzo sostenido, construcción
sobre experiencias pasada. Algunos de nuestros estudiantes necesitan asumir
estos elementos para iniciarse en el quehacer científico, al realizar sus trabajos
escolares.
Las
actividades escolares están basadas en trabajos o proyectos que simulan retos a
los que se enfrentaran en su vida laboral. El objetivo de estas actividades constituirá
la experiencia como factor de aprendizaje, quizá no es la más adecuada, pero es
lo que se tiene a la mano; y por supuesto es necesaria para la asimilación del
conocimiento. Estos modelos están basados en el método científico.
A
medida que nuestros estudiantes se asuman como aprendices de científico, irán
conociendo nuevas alternativas, nuevas formas de actuar, nuevas áreas del
conocimiento; además de la trascendencia en su propia formación como individuo.
Uno
de los principales factores en la ciencia es la duda, dentro de los quehaceres
que tiene el estudiante es aprender a cuestionarse sobre la información que
recibe. Cada vez que se pregunte ¿por qué?, se abrirán nuevos horizontes, nuevas
expectativas y nuevos conocimientos.
Nicolás
Kristakys menciona a la obesidad y a las adicciones como hábitos y
comportamientos que se propagan socialmente. Tales acciones influyen de manera
negativa, tanto en las personas que los padecen como en quienes los rodean.
¿Se
podrá considerar el plagio de los trabajos escolares como una adicción? Plagiar
una tarea puede tener repercusión negativa en los compañeros de clase. Puede dar
pauta para hacerse una práctica común. Inclusive puede frenar el proceso de
aprendizaje de un grupo social.
Asumir
como algo común la actividad de plagiar también tiene una connotación ética. No
se puede considerar como una actividad positiva robar ideas y utilizarlas como
propias. Peor aún, ya que muchas veces ni siquiera se han leído esas ideas. Desde
el punto de vista de la evolución biosocial, la ciencia de la ética se percibe
como una extensión natural del estudio de la dinámica social.
Qué
es lo que motiva a estos estudiantes a renunciar al privilegio de descubrir el
conocimiento, a maravillarse con la herencia cultural que posee la humanidad,
actualmente la mayor que se ha producido, a dilucidar y quizá construir una
nueva interpretación de la ciencia.
Quizá
nosotros los adultos, no hemos sido asertivos al mostrar a nuestros
estudiantes, el camino hacia el
conocimiento y la aplicación de la ciencia. Tal vez hemos contribuido a este empantanamiento
que les impide crecer y ser nuevos seres humanos.
Conclusiones
La
ciencia futura estará restringida en gran parte por el grado y tipo de socialidad
que la comunidad científica desarrollará. Una comprensión de estas
restricciones sólo será posible si se
entienden las interacciones entre el individuo y la sociedad y si se reconocen
las propiedades que emergen de esta dinámica.
Jaffe,
Klauss
Se
habla de brecha generacional como un elemento que imposibilita la interacción
entre una generación joven y una adulta, y que además impide la comprensión necesaria
para la asimilación de la cultura. Diferentes maneras de pensar, diferentes
maneras de actuar, pero que deberían tener un objetivo común.
Es
probable que, en el caso del plagio en trabajos escolares haya una confusión en
cuanto a lo que el profesor deba o no deba enseñar. Se observa que los jóvenes hoy
en día tienen habilidades para el uso de la tecnología, muchas veces superiores
a las de los adultos. No obstante, nuestros jóvenes, en algunas áreas (como es
el conocimiento de la ciencia) necesitan que se les lleve de mano para
apropiarse de esas habilidades que a los adultos nos costó tanto trabajo
asumir.
Esta
carencia es la oportunidad que tiene los profesores de acompañar a sus estudiantes en el camino de la verdad, de asumir
su responsabilidad como individuo en una sociedad que sobrevive y que
trasciende. Como el sublime deber que tiene el maestro para que sus alumnos desarrollen
un pensamiento científico que les permite tomar mejores decisiones en su vida
cotidiana.
Bibliografía
Gershenson, C.
(2013), “¿Cómo hablar de complejidad?”,
en Lengua Docieta i Comunicacio. Núm.
11, Universidad Nacional Autónoma de México
Jaffe, Klauss, ¿Qué es la ciencia? Una
visión evolutiva.
Kuhm, Thomas. (1971) La estructura de las revoluciones científicas, Brevarios 213, Fondo
de Cultura Económica.
domingo, 26 de mayo de 2013
Juventud y ciencia
Recurso didáctico de Estudiantes de Pedagogía del grupo 2020 |
La problemática que me
interesa estudiar es el plagio en trabajos escolares y su repercusión en la formación
de estudiantes universitarios, específicamente en un grupo pequeño. Realizaré una
investigación mediante el método de análisis; los componentes que estudiaré son
los mismos estudiantes y mediante entrevistas, observar cuál es el
comportamiento que los lleva a realizar esta actividad. De tal manera que los
resultados impacten para mejorar mi quehacer docente.
Tristemente observo que
algunos jóvenes descargan ensayos y tareas escolares de sitios web que no son
avalados por una comunidad científica, lo cual no les deja ningún aprendizaje
positivo. Quizá una mala organización de su tiempo no les permitió hacerlo, o
quizá no tienen idea de cómo hacerlo. El plagio es para ellos algo cotidiano,
algo que se ha convertido en parte de su quehacer como estudiantes sin comprender
la magnitud y repercusión de esta acción.
Tal vez el “Complejo de
Dios” se apoderó de ellos y se consideren todopoderosos, que todo lo que está a
su alrededor sucumbe ante sus deseos, en este caso son compañeros, profesores y
autoridades educativas. Pero puede que su “poder” llegue más lejos, a su entorno
familiar, a su comunidad; con resultados negativos, que en cierto momento les
pueden acarrear problemáticas desde sanciones hasta cierto rechazo que impacte
en la formación de su identidad.
Este fenómeno tiene su
origen en un caos en el apropiamiento de la información. Un caos es “cuando
cambios pequeños generan grandes efectos” (Gershenson, 2013). El acceso a la información
mediado por las nuevas tecnologías e Internet ha generado un cambio en el
proceso de aprendizaje del joven, que se inserta al lado del libro, del salón
de clases y del mismo profesor; sin embargo el efecto que produce es mayor ya
que anula el propósito del aprendizaje. Si bien el joven desarrolla habilidades
técnicas, deja de lado el desarrollo de habilidades del pensamiento como el análisis,
la observación, la síntesis que lo conduzcan a la creación de su propio
conocimiento.
Desde una perspectiva epistemológica,
la generación del conocimiento tiene una relación muy cercana con el lenguaje,
el cual se ha utilizado desde el contexto cultural del individuo. Pero, si el
estudiante deja de utilizar el lenguaje de manera escrita; leer, interpretar,
buscar las ideas y palabras adecuadas para realizar el trabajo escolar ¿estará
limitando su desarrollo cognitivo?
El lenguaje ha sido
determinante para el desarrollo de las diferentes culturas del mundo. Mediante la
evolución de las mismas, se han incrementado los conceptos, enriquecido la
lengua; consecuentemente hay mayor incremento en las ideas. Un ejemplo es:
tantos conceptos que se utilizan para la informática, la medicina que
utilizamos hoy en día. Sin embargo, algunos de nuestros estudiantes leen menos
y escriben menos, por lo que limitan su acceso a su cultura. ¿Cabe la
posibilidad de un cambio evolutivo o quizá sus habilidades no se desarrollen cómo
se requiere para sobrevivir en la era de la información?
Nuestros estudiantes no
pueden ser Newton o Kepler para hacer ciencia, pero si pueden observar los fenómenos
naturales y sociales a su alrededor y dar una interpretación propia a la
ciencia, pero con la convicción que para ellos pensar, planear, crear y
verificar sea un placer científico cuyos beneficios sean propios y de su
entorno.
Conocer la ciencia les
permitirá mejorar su condición humana, en este caso, contribuir a su formación de
estudiante como un joven feliz, pleno y comprometido con su momento histórico
que como parte de un sistema social que construye y que también es construido
por él.
Referencia
Gershenson, C, (2013), “¿Cómo
hablar de complejidad?”, e n Lengua
Docieta i Comunicacio. Núm 11, Universidad
Nacional Autónoma de México
domingo, 19 de mayo de 2013
¿Verdad o mentira? ¿Buena voluntad o falta de confianza?
“Quizá conocimiento no sea la palabra adecuada, pero hay
razones para valernos de ella. Lo que está incluido en el proceso neural que
transforma los estímulos en sensaciones tiene las características siguientes:
ha sido transmitido por la educación, tentativamente ha resultado más efectivo
que sus competidores históricos en el medio actual de un grupo y está sujeto a
cambio, tanto por medio de una nueva educación como por medio del
descubrimiento de incompatibilidad con el medio” (Kuhm, T. 1971,27)
El
uso de la verdad contribuye en la generación de la ciencia, pero una verdad depende
del contexto en que se usa, sin embargo hay acciones que desde diversas
perspectivas tienen un mismo significado, un objetivo y debería tener las
mismas consecuencias.
Actualmente
es común que algunos estudiantes comentan plagio al realizar sus trabajos
escolares, desgraciadamente lo hacen como si fuera algo natural, pero ¿Tienen
su propia verdad? que les permite alcanzar una calificación a como dé lugar o
no comprenden la magnitud de sus acciones. Quizá la educación que han recibido les
formó un esquema de valores débil y fragmentado.
Los
avances científicos, y el desarrollo de la cultura han evolucionado a la par,
desde el descubrimiento del fuego hasta la nanotecnología. Por supuesto para
hacer ciencia se debe tener un esquema de valores comunes y propios del
contexto, pero que tengan una misma finalidad.
Dentro
de ese esquema de valores esta la verdad. Si bien, la verdad tiene diferentes
perspectivas, debe tener un punto de encuentro que engarce los mismos propósitos
y objetivos para que se logre la generación del conocimiento y se cumpla el fin
común. En el ámbito escolar, debería haber una misma perspectiva; mismos
valores, mismas actitudes y mismos resultados, que permitan cumplir la función de
la educación: formar al individuo para vivir en sociedad con la capacidad de
continuar construyendo su cultura y su contexto social como sus antecesores lo
hicieron.
Para
que haya un avance científico es necesario conocer el desarrollo previo de
nuestra cultura y de su entorno, para que aunado a la experiencia y la observación
se pueda generar conocimiento nuevo. La
ciencia permite que la vida del individuo mejore, tanto en el ámbito de salud,
social, económico, etc. Las nuevas redes de comunicación, son también un
beneficio para el individuo, para el trabajo, la educación o sólo para su esparcimiento.
Sin embargo, la inmediatez en el acceso a la información, ha permitido que en
algunos casos se haga mal uso de la información que nos proporciona esta red.
Khum
menciona el proceso neural que da inicio a la apropiación del conocimiento, el
cual inicia con estímulos que se transforman en sensaciones, que se transmiten
por medio de la educación. Ésta es responsabilidad del Estado y de la Familia;
de los padres y de los profesores.
Otro
factor para la apropiación del conocimiento es la experiencia, que se incorpora
al aparato neural, como un mecanismo de conservación de la especie. Muchas
veces el aprendizaje se da a partir de la solución de problemas, de resolver
retos utilizando conocimientos previos aplicados al contexto y a las
circunstancias. Con lo cual estímulos y
experiencia, retos y soluciones son la base de la construcción de la sociedad y
de su supervivencia
Nuevas
generaciones, nuevos retos: Aprender los
conocimientos que nuestra cultura ha generado, aprender también a sobrevivir en
este mundo tan deteriorado en su aspecto
natural y en el pensamiento de su gente, aprender a observar las problemáticas que
se presenten, aprender a ser un ciudadano del mundo (Morín, 2002)
Conclusión
“Sólo podemos generar conocimiento nuevo
basándonos en nuestra cultura”
(Gershenson, 2013)
Como
adultos forjadores de las generaciones jóvenes tenemos un reto, quizá uno de
los retos más importantes de la historia de la humanidad: contribuir a que los jóvenes
de hoy encuentren esa fusión entre conocer y rescatar los valores de nuestra
cultura que los lleve a comprometerse por ser mejores estudiantes y mejores
individuos, para que cumplan con el papel que les tocó vivir en la construcción
y preservación de nuestra sociedad.
domingo, 24 de marzo de 2013
Empirismo
John Locke considera que el conocimiento proviene de las
impresiones que producen los objetos exteriores en nuestros sentidos y estas
impresiones forman los datos simples de la percepción.
Primero es la impresión que tenemos de algo, después la percepción
que le damos, posteriormente por medio de las operaciones que le da nuestra
alma llegamos al conocimiento, el cúmulo de conocimientos constituyen el
manantial de ideas que conforman nuestro bagaje cultural.
A través de la reflexión el espíritu puede combinarlas,
seleccionarlas, compararlas, abstraerlas, formar ideas más complejas y formar
ideas más complicadas.
Buscar la verdad
No se puede admitir ningún principio
antes de examinar nuestra propia capacidad de haber visto qué objetos están a
nuestro alcance y cuáles por encima de nuestra comprensión.
Además considera que para llegar a
la verdad hay que liberarse de todos los prejuicios, porque los prejuicios falsean
el raciocinio
Considera que LEER no es recibir
ciegamente como verdad suprema lo que se encuentra en un libro. EL ARTE DE LEER
significa criticar lo que se lee, pensar y estimar el argumento que se le
expone, buscar todas sus faltas de lógica, es reflexionar.
Filosofía de la naturaleza
Locke consideraba que “las obras
de la naturaleza son imaginadas por una sabiduría suprema y obedecen las leyes que
ni nuestro poder, ni nuestra capacidad intelectuales nos permiten comprender.” La
divide en dos: física y metafísica. La primera está relacionada con los
conocimientos físicos, mientras que la segunda los conocimientos de los espíritus.
Es necesario el concurso del carácter
y la inteligencia para la formación de la personalidad. En su ensayo “De la
conducta del entendimiento” vuelve al problema de la meditación y del
conocimiento. El entendimiento es la base de todo, incluso más que la voluntad.
Puesto que todo nuestro entendimiento procede de la formación de ideas complejas,
por medio de la reflexión, es preciso sobretodo aprender a reflexionar y
razonar bien.
Como buen inglés, Locke consideró
una educación para la burguesía centrada en adquirir conocimientos científicos,
de historia, de música, de baile, de idiomas. Un buen inglés debe viajar para
que de esa manera conozca otras culturas.
Los pobres deben ir a la escuela
desde los tres años hasta los veintitrés, se les debe alimentar con pan y poca
carne. En esta escuela deben aprender un oficio; los adultos que no tengan
trabajo también deben aprender un oficio.
Este racionalismo experimental nos
da una nueva escuela de psicología empírica, el abandono del método deductivo,
la condenación del verbalismo y del estudio de las palabras sin las cosas.
La experiencia como punto de
partida de todo estudio, la enseñanza por medio de las cosas y por la
observación directa.
Debe tratar a cada alumno como un individuo, quien requiere el método
de instrucción que más le conviene.
La escuela de la vida y para la vida
viernes, 1 de febrero de 2013
El alumno, protagonista de su aprendizaje
La comunicación es uno de los medios más importantes para el
aprendizaje. Comunicación verbal o escrita, utilizando imágenes o esquemas, por
medio de música o vídeos; cualquier elemento que tenga datos nos informa y da lugar a la comunicación.
La escuela es un lugar podemos hacer uso de la diversidad de
formas para comunicarnos. Cada materia, cada clase, cada tema requieren de una
forma específica de comunicación para que el aprendizaje realmente se realice.
El trabajo colaborativo tiene un gran impacto en los jóvenes.
Cuando surgen las ideas, vagas al principio, fortalecidas con los comentarios
de los compañeros. Descubriendo diferentes puntos de vista y reforzando el
propio, así aprenden, así construyen sus saberes.
Finalmente, el esfuerzo cognitivo que se realiza al verbalizar
esas ideas, contribuye a fortalecer lo aprendido. Además permite que el alumno
sea el
PROTAGONISTA DE SU APRENDIZAJE
PROTAGONISTA DE SU APRENDIZAJE
lunes, 14 de enero de 2013
El mito de Prometeo
El camino mejor y más fácil para llegar a comprender la naturaleza y
las tareas de la educación es, quizás, el mito de Prometeo, tal y como se
expone en el Protágoras de Platón.
Hélo aquí, tal como en ese diálogo lo expone
Protágoras mismo: cuando los dioses hubieron plasmado las estirpes animales,
encargaron a Prometeo y a Epimeteo que distribuyen convenientemente entre ellas
todas aquellas cualidades de que debían estar provistas para sobrevivir.
Epimeteo se encargó de la distribución. En el reparto dio a algunos la fuerza
pero no la velocidad; a otros, los más débiles, reservó la velocidad para que,
ante el peligro, pudieran salvarse con la fuga; concedió a unos armas naturales
de ofensa o defensa y, a los que no dotó de éstas, sí de medios diversos que
garantizasen su salvación. Dio a los pequeños alas para huir o cuevas
subterráneas y escondrijos donde guarecerse. A los grandes, a los vigorosos, en
su propia corpulencia aseguró su defensa.
En una palabra, guardó un justo equilibrio en el
reparto de facultades y dones de modo que ninguna raza se viese obligada a
desaparecer. Les distribuyó además espesas pelambreras y pieles muy gruesas,
buena defensa contra el frío y el calor. Y procuró a cada especie animal un
alimento distinto: las hierbas de la tierra o los frutos de los árboles, o las
raíces, o bien, a algunos la carne de los otros. Sin embargo, a los carnívoros
les dio posteridad limitada, mientras que a sus víctimas concedió prole
abundante, de forma de garantizar la continuidad de su especie.
Ahora bien, Epimeteo, cuya
sagacidad e inteligencia no eran perfectas, no cayó en la cuenta de que
había gastado todas las facultades en los animales irracionales y de que el
género humano había quedado sin equipar. En este punto, llegó Prometeo a
examinar la distribución hecha por Epimeteo y vio que, si bien todas las razas
estaban convenientemente provistas para su conservación, el hombre estaba desnudo, descalzo y no tenía ni
defensas contra la intemperie ni armas naturales. Fue entonces cuando
Prometeo decidió robar a Hefestos y a Atenea el fuego y la habilidad mecánica,
con el objeto de regalarlos al hombre. De ese modo, con la habilidad mecánica y
el fuego, el hombre entró en posesión de cuanto era preciso para protegerse y
defenderse, así como de los instrumentos y
las armas aptos para procurarse el alimento, de que había quedado desprovisto
con la incauta distribución de Epimeteo.
Gracias a la habilidad mecánica el hombre pudo inventar los
albergues, los vestidos, el calzado, así como los instrumentos y las armas para
conseguir los alimentos. Además dispuso del arte de emitir sonidos y palabras
articuladas, y fue además el único entre los animales capaz, en cuanto
partícipe de una habilidad divina, de honrar a los dioses, y construir altares
e imágenes de la divinidad. Pero así y todo, los hombres no tenían la vida
asegurada porque vivían dispersos y no podían luchar ventajosamente contra las
fieras. Fue entonces cuando trataron de reunirse y fundar ciudades que les
sirviesen de abrigo; pero una vez reunidos, no poseyendo el arte político, es
decir, de convivir, se ofendían unos a otros y pronto empezaron a dispersarse
de nuevo y a perecer.
Entonces, Zeus tuvo que
intervenir para salvar por segunda vez al género humano de la dispersión, y para ello envió a
Hermes a fin de que trajese a los hombres el respeto recíproco y la justicia,
con objeto de que fuesen principios ordenadores de las humanas comunidades y
crearan entre los ciudadanos lazos de
solidaridad y concordia. Y, a diferencia de las artes mecánicas, que en modo
alguno fueron dadas todas a todos puesto que, por ejemplo, un sólo médico basta
para muchos que ignoran el arte de la medicina, Zeus dispuso que todos
participaran del arte político, es decir, del respeto recíproco y de la justicia
y que quienes se negaran a participar de ellos fueran expulsados de la
comunidad humana o condenados a muerte.
El
mito de Protágoras
contiene algunas verdades importantes. Primera, que el género humano no puede sobrevivir sin el arte mecánico y sin el arte de la
convivencia. Segunda, que estas artes, justamente por ser tales (es decir,
artes y no instintos o impulsos naturales) deben ser aprendidas. Actualmente
decimos que el hombre debe aprender las técnicas del uso de los objetos ya
construidos y las técnicas de trabajo de los objetos por construir o producir,
y que asimismo debe aprender a comportarse con los demás hombres de un modo que
garantice la colaboración y la solidaridad, de acuerdo con lo que Platón
denominaba “el respeto recíproco y la justicia”.
Por consiguiente, el hombre tiene una infancia
mucho más larga
(relativamente a la duración de la vida) y fatigosa que la de los otros
animales. También éstos deben aprender el empleo de los órganos de que la
naturaleza los ha dotado, y por tanto atraviesan todos, más o menos, un periodo
de adiestramiento que corresponde a lo que es la educación en el hombre. Pero
los animales entran rápidamente en posesión de las capacidades propias para
conservarse porque dichas capacidades, como observaba justamente Protágoras,
están inscritas en su estructura orgánica, en los dones distribuidos por
Epimeteo.
Al hombre, por el contrario, el uso inmediato
de sus órganos,
por ejemplo, el aprender a ver, a moverse,
a caminar, no le garantiza en modo alguno la vida: necesita los dones de
Prometeo y Zeus, las técnicas mecánicas y morales que exigen un
adiestramiento mucho más largo y penoso. Y es de señalar que la adquisición de tales técnicas requiere el lenguaje,
porque sin él no sólo no podrían ser comunicadas de un hombre al otro,
sino que no hubieran nacido ni se desarrollarían. En efecto, sólo el uso del lenguaje permite las abstracciones y
generalizaciones indispensables para la formación de las técnicas
mismas. Una palabra (o signo lingüístico) no designa una cosa en particular,
esta cosa, sino un objeto genérico, que se define por su uso posible, por
ejemplo, las palabras “hacha”, “flecha”, “arco”, no designan esta hacha, esta
flecha, este arco, sino un hacha, una flecha y un arco cualesquiera
(independientemente de su particular forma, tamaño, color, etc.), que se
definen por el uso particular para el que sirven.
Cuando el
niño aprende
a hablar, no aprende a designar cada cosa con una palabra, como se cree
comúnmente, sino que más bien aprende a identificar en las cosas, a través de
las palabras, la posibilidad genérica de uso que las define. Por ejemplo,
cuando la madre le dice “éste es un tenedor”, lo que le enseña no es tanto la
palabra en sí misma cuanto la relación existente entre la palabra y toda una serie
de objetos (todos los tenedores posibles, cualesquiera que sean su forma,
tamaño, material, etc.), que se pueden definir por el uso común a que se
destinan. Por lo tanto, Protágoras tenía razón de ligar el “arte mecánico”, o
sea, las técnicas de uso y producción de los objetos, con el “arte de la
palabra”, porque en verdad ninguno de los dos puede prescindir del otro.
Referencia
Abbgnano, N. y A. Visalberg. “El Mito de Prometeo”,
en: Historia de la Pedagogía, Fondo
de Cultura Económica, 8ª. Reimpresión, México, 1987, pp. 8-10
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